jueves, 1 de noviembre de 2012


DOLOR Y BESOS


El dolor es el precio estipulado

por haberte nacido sin permiso

a destiempo y sin versos bajo el brazo.


Pues, aun sin tú saberlo, naces, pagas

lo establecido y mueres sin saber

quién firmó los contratos de tu vida

a un interés tan poco razonable.


Por contra, dar permiso de nacer

está bastante bien pagado:

cuarto y mitad de instantes muy felices

y dos o tres monedas con los besos

infinitos de un niño que te quiere.


Son las reglas. Infames pero ciertas.


La economía de la vida
no entiende ni de primas ni de riesgos
y tasa con dolor o con los besos
el tiempo por el que has de caminar
y el rumbo del destino que te acecha.


Del libro "Náufragos del abismo"


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